La ciencia ficción lo predijo y ya es una realidad. Tener un libro en una pantalla con contenido infinito ya no es imaginario, hoy en día con la tecnología podemos tener miles de historias guardados en un solo dispositivo; sin embargo, el libro impreso no ha desaparecido, ni el boom de los periódico, el cine o el internet han logrado que desaparezca.
“Estábamos buscando al libro del futuro en el lugar equivocado”, mencionó a Talent News Aditi Ruiz, quien se define como diseñadora de experiencias. “Los libros no van a desaparecer, se están transformando. Cambió la forma de escribirlo, publicarlo, imprimirlo, venderlo y de crear las comunidades. Así que, aunque vamos a seguir leyendo libros físicos, la experiencia ya no es igual a la de nuestros padres o abuelos; ahora podemos escribir desde una laptop, lograr que miles de personas lo lean en alguna plataforma, comprar sin necesidad de ir a una tienda y compartir una opinión sin estar con alguien para charlar sobre él”.
Para Ruiz, la única forma de conectar con los lectores es diseñar experiencias para los usuarios, como las narrativas amplificadas de Bandersnatch de la serie Black Mirrow de Netflix, en la que los espectadores toman decisiones que afectan la trama de la película, o como la de Indigital Storytelling, en la que Mikaela Jade cuenta historias ancestrales sobre una ciudad a través de una realidad mixta utilizando códigos QR; también están los proxies literarios que son chatsbots, con los que puedes conversar como si fuera tu personaje favorito o un escritor famoso, aunque esté muerto.
“Te preguntarás ¿qué tienen en común los proyectos anteriores a los actuales? La forma de conectar con los usuarios. Cada proyecto se preocupó de conocer a sus lectores para cubrir cada punto de contacto, y así poder interactuar con los lectores de todas las maneras posibles”, explicó Ruiz.