En el gaming zone Nadim Matuk presentó su conferencia Game Over, los mitos en el desarrollo de videojuegos en México.
Nadim es productor de SkyHero, publicado por Chillingo, reconocido como “lo mejor del 2013” en la AppStore de Apple.
Actualmente existen millones de aplicaciones en las tiendas digitales, y conseguir sobresalir entre todas ellas es una tarea difícil que requiere más que solo buenas mecánicas de juego o increíbles personajes para aumentar las posibilidades de tener éxito.
Nadim compartió con los campuseros los tropiezos que ha tenido en el desarrollo de videojuegos para plataformas móviles y la manera de aprender de ellos y seguir adelante, muchos son considerados mitos entre los programadores.
Mito de conseguir fondos para emprender.
Si bien un proyecto para desarrollar un videojuego puede resultar muy caro, es mejor iniciar apostándole todo que esperar a que alguien invierta en una idea, ya que solo se recibe apoyo de ese tipo con apps que ya son exitosas, al ser un negocio muy arriesgado, pocos invierten en una idea de la que no hay nada y no se sabe si va a funcionar.
Mito de los juegos de licencia.
Conseguir una licencia de alguna franquicia reconocida para desarrollar un videojuego móvil no asegura el éxito de la aplicación, el desarrollo puede ser muy caro y al final de cuentas no genera interés entre los usuarios.
Mito de las descargas igual a éxito.
Conseguir millones de descargas no necesariamente implica el éxito comercial del videojuego, ya que la generación de ingresos se hace por compras dentro de la app y no todos los jugadores lo hacen. Se requiere de mucha experimentación en la dinámica del juego y ajustes constantes en la interfase para aumentar el porcentaje de ventas.
Entre más cosas tenga tu producto mejor va a ser.
En el desarrollo de un videojuego móvil se puede cometer el error de querer implementar toda clase de características y tecnologías novedosas que técnicamente pueden ser impecables, pero que en conjunto no resultan en dinámicas de juego entretenidas para los usuarios. Es igual de importante saber qué poner y también qué quitar.
