Muchos son los mitos que se llegan a generar en torno a los autores y sus personajes, para disiparlos, en esta ocasión Milenio Campus News entrevistó a Jaime Mesa, quien se considera un autor de la autodenominada generación inexistente.
¿Qué es lo que te hace feliz en este momento de tu vida?
En este momento de mi vida me hacen feliz dos personas: mi mujer y mi hijo. Eh… creo que le busco, trato de ver si el baseball, o el escribir o mis amigos pero siempre regreso a ellos. Mi mujer hace seis años y mi hijo hace tres años, creo que son el punto mayor y creo que no hay mayor fuente de felicidad que ellos dos.
¿Cuál es el aspecto que más disfrutas de tu trabajo?
El aspecto que más disfruto es cuando conecto con la historia. Es decir, puedo estar mucho tiempo planeando la historia, puedo estar pensando qué voy a escribir, puedo estar demorándome en empezar y de repente hago un click; empiezo a escribir, sin detenerme y este momento es como si estuviera surfeando de alguna forma. Es el momento que más disfruto.
¿Por qué viniste a Campus Party?
Me invitó la FIL Guadalajara como un proceso de acercamiento entre escritores y Campus Party, por eso estoy aquí, porque además Guadalajara me encanta.
Y más allá de por qué te invitaron ¿cuál es tu interés personal?
¡Ya! Claro. Campus Party era como un mito para mí porque tengo un par de amigos que vienen muy seguido que me cuentan historias fantásticas de que hay torneos de FIFA o de HALO de 24 o de 48 horas, que la gente puede comer pizza en cualquier lado y estar en Internet todo el tiempo y viven acá, hacen comunidad acá. Entonces para mí me interesaba mucho verlo de frente, ver como estaban conviviendo, entonces cuando me hicieron la invitación estuve feliz, y más por hablar ante ellos.
¿Qué es lo que más te gusta de Campus Party?
Lo que más me gusta… ah, bueno, tengo una hora y quince minutos de haber entrado porque me dejó mi avión y me dejaron en el hotel, entré directamente. Ahorita me voy a echar una horita más o menos pero lo que sí he visto por Internet es una pila enorme de cajas de pizza que hicieron en un concurso y voy a tratar de inscribirme, si todavía juegan HALO acá voy a inscribirme en un torneo de HALO.
¿Qué es lo que debería tener un libro (un buen libro)?
Lo que debería tener un buen libro es un personaje que quiera algo y que me diga qué está dispuesto a hacer para que yo lo hostigue; es decir, un conflicto y un deseo, si no hay eso a mí no me interesa el libro. Si hay alguien que me está diciendo “oye, yo quiero esto y voy a hacer esto para conseguirlo”, me interesa muchísimo.
¿Cuál fue uno de los primeros libros que leíste?
El primer libro que leí y me puedo acordar es La isla del tesoro. ¡No! Perdón. Robinson Crusoe. Me confundí porque mi hermana leía La isla del tesoro, yo leía Robinson Crusoe, fue mi primer libro, acabé después de un año de lectura y enseguida me pasé con La isla del tesoro, pero Robinson Crusoe fue el primer libro que leí.
¿A quién admiras?
A muchísimas personas; de mi generación, de otras generaciones… a un escritor norteamericano que es como la cúspide para lo que yo pretendo que es Don DeLillo, a un autor mexicano ya fallecido que fue mi maestro que es Daniel Sada, a Antonio Ortuño que es uno de los autores de mi generación que más admiro.
¿Qué momento de tu vida has considerado un triunfo?
Primero cuando mi mujer se enamoró de mí y segundo cuando nació y conocí y empecé a querer a mi hijo.
De tu personalidad ¿Cuál es el rasgo que más te gusta?
El rasgo que más me gusta que… no me tomo las cosas tan en serio.
¿Cuál es mayor miedo que tienes?
El mayor miedo. De últimas: la muerte, sobre todo por la paternidad; tener un hijo te hace desear ser inmortal.
¿Cuál es tu vicio?
Mi vicio… vicio físico el cigarro, que dejé hace tiempo y que lucho todos los días por no regresar
¿Y algún otro tipo de vicio? Mencionaste vicio físico, por eso la pregunta.
Quizá obsesión; obsesionarme, estar pensando en un tema todo el tiempo es un vicio que tengo, y los videojuegos.
Si tuvieras que viajar a una isla desierta ¿qué sería lo que te llevarías?
Me llevaría una hielera repleta hasta más no poder de cerveza, me llevaría un teléfono o alguna cosa para poder ver baseball. No sé si me llevaría libros o me llevaría solamente uno Las memorias de ultratumba de Chateaubriand… y creo que eso: cerveza, baseball y literatura.
A mi hijo no me lo voy a llevar porque que se quede mejor, ¿qué voy a hacer con el pobre hijo ahí en la isla, no?
¿En qué ciudad te gustaría vivir?
Me gusta muchísimo vivir en la ciudad que vivo que es Cholula, creo que ahora y durante unos diez años no la voy a cambiar pero podría vivir en París.
¿Cuál es tu personaje favorito, si tienes uno?
Claro, Raskolnikov. Raskolnikov de Dostoievski es mi personaje preferido porque él fue el que rotundamente me hizo desear escribir de la manera en que escribo.
¿Qué es lo que más te gusta de México?
Lo que más me gusta de México es el español, es decir, me gusta muchísimo que se hable mexicano… y los tacos árabes.
¿Qué es lo que odias?
Lo que odio de México… la burocracia.
El mejor recuerdo que tienes de tu niñez ¿cuál sería?
Mi padre leyéndome Los tres mosqueteros o El conde de Montecristo.
¿Cuál fue el momento en el que te sentiste más desdichado?
El peor momento, que me sentí más desdichado… hubo muchos, la infancia es un territorio del dolor perpetuo; no puedes hacer nada para controlarlo, no te puede salvar nada. Quizá ciertos momentos en que me sentía solo porque mis papás tenían que irse a trabajar o alguna cosa así, en esos momentos, quizá, me pude haber sentido desdichado; o sea, en ese sentimiento de abandono.
¡Cuál fue el primer trabajo que llegaste a tener? No necesariamente relacionado con tu disciplina actual.
De mis trabajos al inicio, uno levantando información para tarjetas de crédito en Comercial Mexicana y la otra cargando garrafones y vendiendo garrafones de agua.
¿A qué lugar que no hayas visitado te gustaría viajar?
A Moscú.
Antes de morir, ¿qué es lo que siente que te hace falta hacer?
Escribir una obra maestra.
¿Cuál sería el playlist que escucharías el último día de tu vida?
Todo de Benz, de Radiohead y un disco aleatorio de canciones de The Cure.
Otra pregunta de muerte ¿cómo te gustaría morir?
Híjole, lo he pensado últimamente muchísimo, a raíz de unas pláticas con Luis Panini, un amigo escritor de Monterrey; en que él dice que cada diez minutos está pensando en la muerte, la muerte, la muerte. No sé cómo me gustaría morir, no tengo ni siquiera idea, he explorado muchas posibilidades ¿qué se sentirá menos mal? Creo que, híjole, no, si me arrinconas, quizá un golpe fulminante que me llegue por atrás y que no me dé cuenta.
