Un movimiento recién llegado a México, busca crear nuevas reglas en el estudio de la vida y la biología a través de herramientas comunes que igualan metodologías de alto nivel científico.
Este año el diario estadunidense The New York Times dio a conocer la historia del proyecto de biohacking Open Insulin que recaudó alrededor de 17 mil dólares después de que se dieron cuenta que la patente de la insulina había llegado a su fin y al ver que existían los medios para llevar a cabo su producción, decidieron utilizar la información disponible en internet para conseguir maneras mas rápidas y económicas de obtenerla.
Los Biohackers, biólogos y hackers, replican experimentos o proyectos biológicos desde su casa o su cochera, bajo el esquema “Hazlo tú mismo”.
La idea es replicar el conocimiento y producirlo sin necesidad de grandes instituciones académicas, gubernamentales o empresas.
En México ya hay grupos de biohackers, y están en Campus Party.
Algunos ejemplos de biohacking son la producción de tinta biodegradable con una bacteria, o la construcción casera de equipo de laboratorio, volviéndolo de bajo costo.
Los biohackers han hecho experimentos que van desde bioreactores, capaces de crear y cultivar microorganismos a gran escala, o una cámara para aislar de oxígeno el cultivo de bacterias que no lo requieran, incluso un aparato usado en la ingeniera genética para cortar y duplicar genes llamado termociclador.
http://biohackables.org/project/openpcr/
En Estados Unidos y Europa el movimiento biohacking está dando mucho de qué hablar, como el caso de la posibilidad de hacer insulina, beneficiando a muchos pacientes diabéticos de bajos recursos.
En México, comunidades como Gene Garage, en Guadalajara, o BioHackademy, de la Ciudad de México, buscan captar la atención de especialistas para impulsar conocimiento en la materia y fomentar proyectos que impacten en la sociedad actual.
Leonardo Moreno, biohacker de la Ciudad de México, contactó a través de redes sociales en Guadalajara a Sofia Arreola y Esaú Olivares, de GenGarage, y empezaron a trabajar con la idea de romper tabús sobre esta tecnología, que como es poco conocida puede infundir miedo e incertidumbre.
“El Biohacking está como las computadoras en los 60, donde los principales transistores se creaban con simples cosas, así que imaginemos qué será de esto en 20 años”- Leo Moreno.
“Encontrar la base científica de las cosas cotidianas para generar impacto que ayude al emprendimiento” -Sofia Arreola.
A la comunidad biohacker de Jalisco la encuentras en el stand de innovación del Gobierno del estado.